viernes, 4 de octubre de 2013

La arcilla como autorretrato.

Hoy quise concretar mi autorretrato en un material específico, un material que me defina en particular pero también pueda definir a las personas en general.
No es casualidad que el material elegido para mi propuesta, sea el mismo que nuestros antepasados utilizaron.Con el tiempo todo material pierde sus características y gana otras, una definición de la propia vida.

La fragilidad de la arcilla o de la cerámica coincide con un momento de formación y de cambios constantes que hacen que nada sea perecedero. Pero a la vez, este material tiene un valor inmenso en el tiempo ya que cuando se procede a la cocción es frágil y se quebranta con facilidad, pero subsiste de una forma continuada desde los tiempos más primitivos.  El aspecto cultural que arrastra la arcilla es comparable con nuestra carga cultural irremediable que se refleja en cada pensamiento y acto artístico.

Falta de concreción en la composición de la arcilla; ya que son mezclas de diversos materiales. Metáfora de nuestra propia biología.

La arcilla nace gracias al agua, vive por el agua, y muere cuando ya no encuentra agua...

El agua como vida.

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